La Familia


LA FAMILIA                              Por Elsa M. Rodríguez
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Lo decidió a última hora. Había pensado que sería mejor ir a comer a un restaurante y luego volver a casa, ver la televisión hasta tarde y luego retirarse a descansar. Total, nadie le echaría en falta en la reunión. Cada cual tenía sus propios problemas en los que pensar. Pero no se sentía a gusto, sus familiares le habían invitado a ir a cenar en su casa el Día de Dar Gracias y les había dicho que no iría. No le apetecía ver a los demás, había llegado a la conclusión de que cada cual se interesa por sus propios asuntos y a nadie le importa la vida de los demás, y no quería aparentar una alegría que en realidad no sentía. Sin embargo, un par de días antes, lo pensó mejor, total sería una noche más y así no dirían que no agradecía la invitación.
 
Se presentó temprano en la casa de ellos, ya que le habían dicho que comerían alrededor de las 4 de la tarde. No era su costumbre comer a esas horas, en realidad, ese horario iba en contra de todo lo que hacía normalmente, ya que por lo general comía su comida principal del día entre 1 y media y dos de la tarde, para luego cenar a las 8. Si tenía que comer a las 4, ya se saltaría una comida o comería demás. En fin, que no lo quiso pensar más, lo había decidido, no quería ser la nota discordante, por eso hizo lo que le pidieron y llegó a la hora señalada.
 
Aún no estaban todas las personas que supuestamente asistirían, de modo que estuvo conversando con este, luego con aquel y así pasó un rato en el cual no se recordó que su primera intención había sido no asistir, luego fueron llegando los demás.
 
La mesa estaba adornada con mucho gusto, servilletas con adornos típicos de la época, los platos todos iguales, la cubertería colocada correctamente, frente a cada puesto en la mesa una pequeña calabacita con el nombre del comensal, todo alegórico a la fiesta que se celebraba.
 
Finalmente todos se sentaron a la mesa, ya eran cerca de las siete de la noche, una hora que le pareció muy conveniente. Llegó la hora de decir la oración para agradecer por los alimentos de esa cena y curiosamente le pidieron que dijese la oración. Era la primera vez que se lo pedían.
 
Gracias Señor por estos alimentos, gracias por poder estar todos reunidos en paz y armonía, gracias por nuestra familia y gracias por estar ahí. Amén.
 
Después de todo fue una bonita noche y disfrutó mucho pasándola con su familia. Le gustaría repetir esa sensación el Día de Navidad.
 
 Noviembre, 28 de 2013
Publicado por MGuatyMarrero para Cjaronu

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