Casos y cosas de casa


Casos y cosas de casa.    

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Por: Renato Recio          

Cuando era pequeño y vivía en la finca con mis padres, salí una mañana a recorrer los potreros y de repente me encontré con un pequeño ternerito vagando entre las malezas, me puse a buscar la vaca y cuál no sería mi sorpresa al ver que la misma había fallecido a consecuencia del parto. Rápidamente fui a la casa y le avise a mis padres, mi padrastro enseguida se dirigió al lugar y recogió al ternerito y lo llevo a la casa.

Mi madre querida sintió mucha lástima por ese infeliz animalito, que habíamos rescatado de una muerte segura, y amorosamente empezó a alimentarlo como si fuera un bebé a base de leche en un biberón, ella lo llamo Abrecampo.

Ternero

Aquel pequeño ternerito gracias a los cuidados de mi madre fue creciendo y al cabo de un año, ya era un anojo o torete -como le llamábamos en Cuba- y  lucia distinto a como había sido en su época infantil, ya tenía cuernos, pero seguía siendo el mismo animal dócil y cariñoso que tanto mi madre como mi hermano y yo habíamos criado y visto crecer y desarrollarse como un bello ejemplar de la raza Cebú a la cual pertenecía.

Con el transcurso de los años, ese animal fue creciendo hasta convertirse en un tremendo toro como este que aquí les pongo con ese mismo color, ya no era el pequeño ternerito de mamá que ella había bautizado como Abrecampo, ya se había convertido Abrecampo, en un verdadero toro.

Torete u anojo

Una tarde cuando nos retiramos a dormir la siesta después del almuerzo, tanto mis padres como empleados de la finca, súbitamente, sentimos unos pasos en nuestras habitaciones  que parecían como si la casa se estuviera cayendo ¡y cual fue nuestra sorpresa, al ver aquella enorme bestia dentro de la habitación, buscando a mi madre para que le diera su biberón!.

Piense Ud. por un momento, que haría si ve un  animal como este de la foto pegado a su cama en una bella tarde de verano. Pues lo único que hice fue llamar a mi mamá, para que buscara  el dichoso biberón y alimentara a esa linda bestia.

Con el tiempo mi padrastro no quiso tener más a Abrecampo como semental de su  hermosa ganadería y lo puso en venta, Un vecino de otra finca lo compró.

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A menudo teníamos que pasar por la finca del vecino para salir a la carretera de Santa Cruz del Sur y un día que hacíamos esa travesía, mi madre vio en la distancia a nuestro buen Abrecampo y le dijo a mi padrastro: “para el carro, deja ver si él me recuerda todavía”, ella bajó del auto y empezó a  llamarlo: “Abrecampo, Abrecampo” y aquel hermoso animal, levantó la cabeza y amorosamente comenzó a dirigir sus pasos hacia nuestro auto, mi madre se acercó a él, lo acarició como siempre lo hacía cuando solo era un ternerito

Al ver aquella reunión tan maravillosa, me bajé del auto y empecé a acariciar a ese hermoso toro que había sido parte de mi niñez y de mi vida, hoy después de tantos años, recuerdo con cariño los momentos agradables y de compasión que mi madre dedicó durante mucho tiempo para criar y darle vida a un hermoso ejemplar de la raza Cebú de Cuba.

Publicado por MGuatyMarrero para Cjaronu

9 Respuestas a “Casos y cosas de casa

  1. ¡Que bella historia! Gracias por compartirla.

  2. Los animales de dos patas mal llamados humanos que poblamos esta tierra matamos a estos animalitos inteligentes y nobles para comerlos, a pesar de contar con tanta diversidad de alimentos en esta tierra. Como castigo, nos sube el colesterol. Yo hace años que dejé de comer carne de res.

  3. Delia Valdivia

    Que linda historia.Que fidelidad y agradecimiento hay en los animales.

  4. Preciosa anécdota de la vida real, gracias Renato por compartirnos tan bellos recuerdos .

  5. Precioso tu relato Renato. Gracias por compartirlo con nosotros. Por cierto que acaba de fallecer en Miami el protagonista de aquel programa con el mismo nombre «Casos y Cosas de Casa» JORGE FELIX quien compartia el espacio con Minin Bujones y la sirvienta Jazmin. Se recuerdan?

  6. Perdon, no se trataba de Minin Bujones, ella fue Normita Suarez.

  7. Tienes un memorion prima

  8. Adela Ma Lopez Arniella

    Gracias por compartir ese cuento de cuando eras
    chico

  9. Mariana Monteagudo

    Muy bonita historia. También los animales saben reconocer la voz de los que los cuidan y les dan amor . Gracias Renato por compartirlo

Favor de no agregar videos ni artículos completos de sus páginas, gracias